
Turandot es una bella y cruel princesa, hija del Emperador chino. Calaf, es un Príncipe Tártaro que debe responder a tres enigmas para ganar el favor de la princesa. Cuando los acertijos están resueltos, Turandot entra en pánico y trata de evitar su matrimonio con Calaf.

Esta preciosa historia es la que nos cuenta la famosa ópera de Giacomo Puccini, segunda y última por este año en Castrelos. «El año que viene puede que sean más…» en palabras de Abel Caballero durante su momento de telonero. Y hablando del próximo año, el alcalde añadió : «Turandot cumplirá un siglo de vida y se celebrará en Castrelos».



Tres actos, más de 70 artistas que incluían a la Ópera Nacional de Moldavia, 2 horas y medio de espectáculo, entradas gratuitas para todo el Auditorio de Castrelos y una decoración con tambores chinos y máscaras tradicionales que colgaban del techo. En definitiva, una noche mágica del Lejano Oriente en el centro de Vigo, que arrancó la mayor ovación del público cuando el tenor argentino, Nacho Guzmán Fargione interpretó el aria «Nessunm dorma» (que nadie duerma), hacia la mitad del tercer acto.


¡Esperamos impacientes que nos deparará el 2026, Señor Alcalde!.