una referencia emblemática de la ciudad
Con solo tres productos: calamares, tortilla y, sobre todo la empanadilla, han convertido a este local en seña de identidad de la ciudad hasta el punto de aparecer en distintas novelas de autores contemporáneos.
El Carballo es uno de esos raros ejemplos en el que unos sencillos productos convierten a un local en una reseña de la comida rápida, alejada de hamburgueserías y similares, con genuino sello local. Antonio Alonso y Alberto Estévez son la bicefalia que llevan adelante este restaurante, que pronto cumplirá 40 años.
Existen pocos locales emblemáticos de Vigo, como El Eligio o El Goya, que trasciendan más allá de su propia actividad. El Carballo aparece referenciado en novelas de diferentes autores contemporáneos, como Amara Castro y Pedro Feijoo, dónde, incluso, Antonio y Alberto son citados como parte de la acción.
En 40 años, evidentemente, no fueron ellos quienes pusieron el local en marcha, sino su suegro. “Como negocio familiar, todos tuvimos que trabajar en el local, para ayudar a sacarlo adelante”. Pese a contar con tres locales, el de mayor solera, sigue, prácticamente en el mismo lugar desde su inauguración, en la calle Manuel Núñez.
Sus platos estrella son la tortilla y las empanadillas, sin olvidarnos del bocata de calamares. La empanadilla es, sin duda, la referencia, una empanadilla sencilla, realizada íntegramente en el local y con la receta “de toda la vida. Si funciona, para qué vamos a cambiarla”.
La clientela se mantiene y aumenta: “ya vienen abuelos, padres e hijos, juntos o por separado”. Por su fama, también visitan el Carballo, turistas que llegan al local para saborear el producto del que tanto han oído hablar, o leer”. Las siete personas que atienden el local, 20 entre los tres Carballo, con simpatía y amabilidad, más sacando las comandas que son consumidas con rapidez en un local que apenas ha cambiado de aspecto en décadas.
Con precios populares: el bocata de tortilla a 2,50 euros, la empanadilla a 1 euro, los calamares a 7, la caña a 1,80 y los refrescos a 2 euros, son, junto a su calidad, frescura y sabor, un añadido más al éxito del emblemático, El Carballo.