Trato personalizado, asesoramiento y empatía, las claves del éxito de una ferretería tradicional
Desde hace mucho tiempo se escucha, “si no lo tiene Iturmendi, no lo encontrarás”. Y pese a una mayor competencia, Rubén Alonso Crespo, dirige, con el consejo de su padre, Marcial Alonso Hermida, manteniendo el mismo espíritu de atención al cliente con profesionalidad y no solo con un gran stock de producto, sino con la voluntad de ayudarlo a encontrar lo que necesita.
Rubén pertenece a la tercera generación de propietarios de Iturmendi, una referencia en la ferretería viguesa con unos 75 años de existencia; “no lo sabemos con certeza pero los fundadores pusieron el primer Iturmendi hacia 1946”.
“No solo atendemos a las demandas del cliente, sino que le aconsejamos en lo que necesita”. Con una competencia creciente por el boom del bricolaje, muchos productos se pueden encontrar en cualquier sitio, pero “nosotros contamos con un equipo muy profesional para buscar las soluciones individualizadas que demandan nuestros clientes”, afirma Marcial. Para él, el equipo es fundamental. Así, una plantilla de seis personas busca las soluciones que demandan sus clientes. Muchos llevan años recurriendo
a Iturmendi para encontrar lo que necesitan con la orientación que reciben de los profesionales de Iturmendi, la aportación de soluciones y alternativas, con un fuerte sentido de empatía con quien les visita.
Rubén y Marcial coinciden en que la mayor parte de ferreterías, como la suya, han desaparecido en favor de las grandes superficies, donde se pueden encontrar los productos con mayor demanda, con un trato más impersonal. “Nuestra fortaleza está en localizar el producto que se busca, incluso cuando este se aleja del estándar”, señala Rubén. Además, en las últimas décadas, han desaparecido el 90% de los profesionales, que eran la base de su clientela: ebanistas, carpinteros, electricistas, pintores, y un largo etc. ya no existen.
“Contamos con un equipo muy profesional para buscar las soluciones individualizadas que demandan nuestros clientes”
Asesoramiento y servicio son algunos de los elementos que les diferencia, apostando por ajustar las calidades de sus productos a la demanda y evitando las malas calidades y los productos de “usar y tirar”.
El corazón de la tienda, una amplia cajonera, de mediados del siglo pasado, en la que en cada cajón presenta la muestra del herraje o tornillo que contiene, permite la compra a granel del número exacto de unidades que se necesitan. Si se quieren cuatro piezas, se compran cuatro y no un pack con una cantidad superior que no se requiere.
Con un amplio surtido de soluciones y productos y el conocimiento de un amplio abanico de proveedores, en Iturmendi, consiguen todo lo que precisan sus clientes.
