Fotos : Miguel Núñez. Texto : Lourdes Varela.
Momento de emoción con el Descendimiento del Santísimo Cristo de la Victoria, que trae la paz. A continuación, comienza la Solemne Procesión. Autoridades civiles, militares y eclesiásticas conforman la comitiva principal. Y tras ellos, una multitud de fieles que bajo un sol abrasador y los 32ºC que registró Vigo esa tarde, no dejaron de acompañar a una imagen que representa a toda una ciudad.
Como ordena la tradición, el Carrero Mayor del Cristo de la Victoria, Carlos Borrás, fue el encargado de dirigir la procesión y guiar a los cofrades y fieles durante el recorrido : Rúa Real, Berbés, Cánovas del Castillo, Montero Ríos, Concepción Arenal, Colón, Príncipe y Porta do Sol.
Este año, Fernando Franco, periodista del Faro de Vigo, fue el encargado, junto con su familia de portar el estandarte de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Victoria.
Durante el recorrido, los grupos de baile de la Agrupación de los Centros Culturales y Deportivos de Vigo y la Banda de Música de Coruxo acompañaron el paso del Santísimo y los fieles desde los balcones y ventanas le hacían ofrendas de flores. En la Porta do Sol, como fin de una tarde-noche de devoción, le esperaba a la imagen una alfombra de flores elaborada por «Alfombristas do Corpus Christi de Ponteareas». La alfombra representaba al Cristo crucificado. A su vez, las corales de la Asociación de Corais Polifónicas de Vigo cantaron el himno del Santísimo.
El broche final lo puso el Obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, monseñor Antonio Valín, que pidió en su oración ayuda para buscar la paz «Enséñanos, Santísimo Cristo de la Victoria, que el mal se vence con el bien».
El Santísimo Cristo ya está de vuelta en La Colegiata, donde se le podrá visitar durante el año y agradecer su intercesión por todos nosotros ante Dios, Nuestro Señor.
