El Bar Lobishome, en Mantelas 65, es ya una referencia en Vigo por su carta, su terraza y su envidiable emplazamiento cerca de la Plaza de España, pero en un entorno totalmente aislado del ruido y el tráfico
Descubrir el bar LOBISHOME en Vigo a alguien empieza a ser difícil. Son ya muchos los que lo conocen y saben que al final de la calle Mantelas, a cinco de minutos andando de la Plaza de España, hay una casa de comidas muy especial en la que encontrar cocina de proximidad a un precio honesto, una interesante carta de vinos y una terraza- jardín que no es fácil tener en nuestra ciudad; un remanso de tranquilidad. Y es que este 5 de agosto se cumplen 20 años desde que María Pazos y Juan Torres abrieron el «Lobis».
María Pazos lo tiene muy claro. «Cuidamos la proximidad. La huerta, la pescadería, la carnicería son las que tenemos al lado de casa. Hay un producto excelente aquí y es obligatorio potenciarlo».
«Para este verano estamos esperando, como siempre, que las huertas próximas empiecen a darnos sus productos, con ellos hacemos nuestras ensaladas y salpicones especiales que siempre ofertamos fuera de carta en cada estación». Y es que la carta del Lobishome tiene un par de docenas de platos fijos y cada semana se amplía con sugerencias de temporada en las que los pescados, algunas carnes y sobre todo los productos de la huerta cobran su importancia.
Capítulo aparte merecen los postres. «Me encanta cuidar la repostería -nos dice María, que es cocinera y repostera-. Nuestros clientes saben que es uno de nuestros puntos fuertes y siempre quieren probar nuestros clásicos y las cosas nuevas que vamos añadiendo». Para María, la formación continua es la base de su éxito y, año a año, sigue estudiando y trabajando nuevos aspectos de la cocina quitándole horas al descanso y a la familia. Y todo ese esfuerzo se nota ya que en estos 20 años del «Lobis», la calidad ha ido siempre creciendo.
Pero el Lobishome no se podría entender sin Juan Torres, que es quien se encarga de dar la cara al público, definir la bodega de vinos y el máximo responsable de que el bar sea algo más que un local que abre de 12 de la mañana a 12 de la noche todos los días del año que no sean martes. Juan, «El Lobo», entiende el bar de una manera muy especial. Y eso no se puede negar: el Bar Lobishome tiene una personalidad que no te deja indiferente.
«Invertimos mucho en el bar: dinero y tiempo. Es nuestro negocio, pero queremos que sea una experiencia muy gratificante para quienes nos visitan.Y eso solo se con sigue con dedicación e intentando mejorar siempre, cada día. No es nada fácil, pero nadie nos ha regalado nada en estos 20 años», nos dice Juan. No estar de moda ni atender a los gustos pasajeros es lo que tiene, «hemos ido creciendo con cabeza, sabiendo que las cosas hay que pensarlas a largo plazo. No siempre hemos acertado, pero hemos sido honestos con lo que ofrecemos, intentando mejorar y atender a nuestra idea de lo que debe ser una casa de comidas».
Siempre nos acordaremos de todas las personas que con su ayuda hicieron que este sueño sea posible
Todo en el Bar Lobishome lo hace diferente: desde una decoración que quiere parecerse a un refugio de montaña con fotos y objetos conseguidos en medio mundo, hasta una terraza-jardín que es una especie de oasis en medio del ruido urbano. «Estamos muy cerca de la Gran Vía pero aquí no hay humos de coches ni ruidos molestos. Es nuestra ventaja, a pesar de que todas las cosas que se hacen en Vigo para favorecer la hostelería a nosotros nunca nos llegan».
También nos comenta que «el tipo de cliente ha cambiado mucho en estos años, se ha perdido el respeto a la figura del hostelero. Y no todo vale, los que vienen aquí lo saben. Hay personas que deberían montar su propio local de hostelería para descubrir que sus opiniones digitales están fuera de lugar». Juan añade que «nuestra plantilla es para sentirse orgulloso, llevan muchos años con nosotros y entienden nuestro proyecto. Es fundamental para que todo funcione».
Cumplir 20 años en cualquier negocio es muy difícil, pero en hostelería es más aún. ¿El secreto? Ser fieles a una idea aunque haya quien no la entienda. Por lo menos sabemos que quienes la entienden se han convertido en nuestros clientes.